Una de deporte

Después de dejar pasar la primera fase de euforia para los barcelonistas, quisiera felicitar a sus seguidores por la merecida Liga conseguida. Y que conste que tengo más simpatías por el Real Madrid pero, a diferencia de los forofos, sé reconocer cuando alguien es mejor que otro, cuando un club practica un fútbol más bonito y vistoso, y cuando merece el título de la “regularidad”.

A los merengues nos queda el consuelo de que el día que se escapó la Liga de fútbol  se consiguió la Euroliga de baloncesto después de dos finales perdidas, la que no se ganaba hace 20 años, precisamente en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Enhorabuena también para los madridistas.

Esto no es lo que me preocupa, digo lo de los títulos de uno y otro. Lo que verdaderamente me sacude el estómago son las celebraciones y rivalidades entre los grandes… y no sólo en España. El Barccelona gana la liga en Madrid y el real Madrid se entera en Barcelona. Los ánimos se calientan a la salida y llegada de aficionados y se arma el lío. Luego en Canaletas más de uno se viene a arriba para montar follones. Peleas entre aficionados del mismo equipo y, en definitiva, una demostración de diferentes actos vandálicos que nada tienen que ver con el deporte.

Mención especial para lo sucedido en Argentina y México. Yo, de verdad, que no lo entiendo. ¡Cómo se puede echar gas pimienta a jugadores del equipo rival! O ¡cómo se puede invadir el campo para pegar a jugadores del equipo contrario! En Argentina los aficionados de Boca les regalaron el partido a los de River por esa mamarrachada. Al menos ya han identificado a 11 delincuentes que protagonizaron semejante estupidez. Y en México, la policía no puede retener a la hinchada local y se lanzan al campo a agredir al equipo contrario. Al margen de sanciones, que debería haberlas, y muy graves… ¿¿¿qué tiene que ver esto con el deporte???

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